El rocoto es un ají típico del Perú (especialmente de Arequipa) que da el toque agresivo: es imposible comerlo solo debido a su extremo picor.
"Cuando el tecolote canta, el indio muere" es un viejo refrán, creado en alusión a Ah Puch, también conocido como Yum Kimil, dios de la muerte y de Xibalbá.
Cancerbero entre los griegos, Anubis entre egipcios, Xoloitzcuintle entre los náhuatl, estos seres acompañan el espíritu de los muertos hasta Mictlán.
“La noche del pescaíto” es la primera cena de la Feria de Abril, con pescado frito en todas sus variedades: gambas, calamares, cazón o salmonetes.
Una de las pocas leyendas en las que aparece mencionado Mictlantecuhtli es la leyenda de los primeros humanos.
“No andaba muerto, andaba de parranda”. Dicen que a los mexicanos se nos da muy bien la pachanga y que no discriminamos ni a la mismísima Muerte.
Desde café orgánico y pasteles caseros con amigos, hasta cocina internacional y cócteles frutales "after office", Bogotá satisface todos los paladares.
La forma en que una persona transitaba por el mundo, su comportamiento e incluso la forma de morir, determinaban el lugar al que arribaría tras su partida.
Un venezolano no deja de perder el tiempo. “Deja de pensar en pajaritos preña'os”. Y no hace un esfuerzo inútil. “Nada pa' morir en la orilla”.