10. Inventaste las palabras cheto, groncho y careta. Y las expresiones mató mil, re copante y ¡es un quemo!
Reemplacé el café por el té, y dejé de saludar de beso y abrazo. De vez en cuando, si me siento invencible, abrazo a alguien solo para ver cómo reacciona.
Sabes que ir al mirador de los fuertes no significaba precisamente ir a ver el paisaje.
16. Sabes que nada cae mejor en una mañana fría… Que un buen vaso de atole, champurrado o café de olla.
1. Empecé a respetar TODAS las normas de tránsito.
"Lo más importante que Galway me dio fuiste tú, Wallace, aunque tus cuatro patas nunca hayan pisado las tierras verdes de los duendes bebedores de cerveza".
Está nevando y te enfundas el abrigo más gordo que tienes. Al salir, ves a una inglesa en minifalda y sandalias y piensas: “Una de las dos es la rara”.
1. Llamas tío y tía a gente con la que no tienes ningún parentesco.
1. Aprendiste a hacer disfraces de cualquier cosa usando cualquier material que tuvieras a mano.
Alguna vez manchaste tu prenda favorita de mole… Y nunca se le quitó.
10. Enférmate después de sus advertencias. "Llévate suéter", "no andes descalzo", "ya llevas tres platos de pozole"… Si te enfermaste, fue por necio.
"6. El peruano no tiene un grupo de amigos. Tiene una collera."