¿De verdad ven tan bien los linces?
Notarás que el desayuno de los panameños es para estómagos fuertes: un buen bistec picado, hígado de res encebollado, bofe, tortillas de maíz fritas, hojaldras, patacones... Y ante el calor del carnaval, la solución es amontonarnos en la calle y gritar ‘agua, agua’ mientras un carro cisterna nos riega como plantas.
"Nada chamo, hablé con el chivo y me dijo que lo deja un pelo más barato. Vamos con ese mango bajito, agarrando aunque sea fallo: bájense de la mula"... Las expresiones venezolanas son clarísimas, ¿verdad?
Las cantinas más antiguas de la ciudad son un semillero de historias. Transportate al pasado a través de estos recintos que se esconden a plena vista en las calles de la CDMX.
"Sigue pensando que la Marimonda es Mickey", "Está miando fuera del tiesto", "Vecina, ¿y la ñapa?"... Estas son algunas de las frases que solo los colombianos entendemos.
Esa depresión tiene un nombre, se llama “choque cultural inverso” y, dependiendo de cuánto tiempo hayas estado fuera, será más o menos intensa.
Se rumora que una de estas suntuosas catedrales de México fue concluida gracias a la intervención divina. ¿Sabes de cuál se trata?
Saber cuál es el espigón de Almería que tiene más gatos.
Cada 12 de diciembre y desde todas partes del país, miles de mexicanos peregrinan hasta la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México. Si bien puede que esta tradición parezca muy reciente, en términos históricos su origen se remonta mucho antes de la llegada de los españoles a nuestro continente.
La energía dual de Ometeotl tuvo que delegar sus funciones para regir el mundo, y por ello la pareja encargó a cuatro deidades primigenias, que los nahuas conocieron como los cuatro tezcatlipocas, sobre quienes vamos a hablarte hoy.
Durante el segundo imperio, el jefe de la cocina real -un húngaro de apellido Tudos-, sabía del gusto de los emperadores Maximiliano y Carlota por los platillos prehispánicos y se los preparaba. Simplemente cambiaba el nombre para que sonaran más afrancesados. El esquite no era la excepción: lo llamaban Dents d’odalisque (dientes de odalisca).
Palabras nuevas, definiciones corregidas, nuevas acepciones... ¡te contamos lo más sorprendente de las últimas novedades de la RAE!