Tatacuexcomatl, el más grande de ellos, tiene menos de 18 metros de altura. Nos acercamos para ascender al cráter, pero justo antes de llegar encontramos los respiraderos de los tubos de lava. Ingresamos por un hoyo en el suelo y nos internamos a gatas, cuidadosamente, en el sistema de túneles.

Al pie de los cerros Ocuilan y Alumbres se encuentran las Lagunas de Zempoala, “lugar de muchas aguas”, enclavadas en los verdes valles del Parque de 4670 hectáreas.

Aquí te cuento cuáles son las opciones para poder disfrutar de mi bella ciudad desde las alturas.

Si Tezcatlipoca supiera que los jaguares hoy en día se encuentran en peligro de extinción, seguramente ya estaría planeando el fin de nuestra humanidad también… ¿O ya lo sabe y estamos en camino?

Ya sea para echar el chisme con amigas, tomar unos tragos con tu cita o consentirte con una rica cena, la Ciudad de México está llena de terrazas donde pasar un rato agradable disfrutando de una buena vista. Aquí te cuento cuáles son mis favoritas.

De una arquitectura admirable, este edificio también está poblado de leyendas de fantasmas cuyas almas no descansan en paz. ¿Te imaginas la cantidad de gente inocente que murió en sus mazmorras y salas de tortura?

A pesar de la idea que se tiene de excelente salud gozada por los habitantes del actual territorio mexicano antes de la llegada de Cortés, aquellas culturas también conocieron las epidemias que, aunque no diezmaron a la población en la magnitud en que lo hicieron las traídas por los españoles, sí ocasionaron problemas muy graves.

"Dicen que viajando se fortalece el corazón, pues andar nuevos caminos hace olvidar el anterior". ¿Quién escribió esos versos?

A todos estos animales los seguimos nombrando como lo hacían nuestros antepasados nahua. Muchos eran sagrados para aquellas culturas. ¡Aquí te lo contamos todo!

Aunque la zona arqueológica no está abierta al público, debido a las particulares condiciones del lugar, la belleza y singularidad de muchas de las piezas pueden apreciarse en el Museo Regional Tuxteco, donde se exhiben muchos de los materiales recuperados de El Manatí.

Porque si de tradición y de fiesta se trata, ¡Oaxaca se lleva el primer premio!

Una combinación de planes muy originales y otros más clásicos para que, cita tras cita, vaya creciendo el amor.