Soportas estoicamente que la nacionalidad que corre por tus venas no coincida con la que indica tu pasaporte. Y que en el extranjero, ¡te llamen “gallego”!
¿Qué plato colombiano lleva pollo, trozos de cerdo y además, tocino?
Con el tono más molesto que puedas manejar, reite y decime: "comés la comida de mi comida". Luego de esta frase, entrás directo a mi lista de ex-amigos.
Conoce a algunos de los "responsables" de que los muros de Quito estén ganando en colores y mensajes.
Para experimentar lo auténtico de la salsa, siendo parte de maratones de baile en calles rebozando de ritmo, hay que ir a Colombia.
Un venezolano no está en quiebra o sin dinero, está "comiéndose un cable". Y no pide un poco más, pide "la ñapa".