Siempre intentamos dar dos besos. ¡Y no dejamos de maravillarnos ante cómo habla la gente!
Tu nombre ha sido oficialmente cambiado a güey.
Aprendes que busero que se respete personaliza su bus.
Has hecho o has sido víctima de “un pancho”.
En casa de un amigo normal vas a sentir vergüenza de pedir comida. En casa de un amigo italiano, vas a sentir vergüenza de rechazarla...
Nunca te llama por tu nombre.
No entiendes el poder del tamal.
A tu “¿Qué contás boludo?” le va a seguir un “Hola conchatumadre”. Y recién después de un rato largo vamos a poder confirmar que sí, ¡hablan español!
Tu infancia regresa a ti de forma intempestiva cuando escuchas a Stevie Wonder cantar I just called to say I love you.
Estos documentales y ficciones permiten explorar paisajes, personajes históricos, diversidades culturales y distintas miradas sobre el cine ecuatoriano.
Tu altar tiene un santo más: Sanseacabó. Y mamaste el arte de la ambivalencia: "¡Cerrá la boca y comé"! “¡Callate y contestame!” o “Salí, vení para aca!”.