1. Ver Harina Pan en el súper juega con tu cerebro.
Y como venezolana viviendo en México, te toma un tiempo entender que no hay escasez.
2. Nuestro acento suena fuerte y a veces hasta grosero.
Vale la pena suavizarse… pero recuerda que el porteño sigue sonando peor.
3. La humildad es tu llave de entrada.
4. “Ahorita” también existe…
Pero acá es más subjetivo.