1. Chilaquiles
Los chilaquiles son de los desayunos mexicanos más icónicos. Se preparan a base de trocitos de tortilla de maíz fritos (o tostados) o de totopos, y se bañan en salsa de chile verde o roja. Pueden llevar huevos, pechuga de pollo deshebrada, chorizo y hasta un buen trozo de cecina u otros tipos de carnes. Los chilaquiles son mi desayuno mexicano favorito y siempre los prefiero rojos (con salsa roja) y con dos huevos estrellados. Lo que me encanta es la mezcla de texturas y de sabores: lo crocante de los totopos y de las cebollas en aro que se sirven como guarnición se amalgama con la suavidad de la salsa, de la crema y de los huevos. Y el pancito… mmmm. Aquí te cuento dónde comer los mejores chilaquiles en la CDMX.