Que en la cena de Navidad te toque una hallaca inflada. O morder una guayaba y encontrar medio gusano…
En la plaza de Paloquemao, practique su español colombiano pidiendo "ñapas" (es decir, pidiendo algo gratis por hacer una compra).
Ya sabemos que el habanero pica... Pero no te vayas a poner a llorar, eh, ¡no seas chechón!
Aunque parezca que los cordobeses no tenemos límites, también nos gusta aprovechar el humor para dar sabios consejos, ¿no te parece?
Enamorarte de una sevillana.
Fue derribado por los españoles, quienes lo enterraron durante 270 años en su intento por aniquilar la religión mexica. Fue redescubierto en 1790.
Que no te toque la piña en el potaje.
Los collares de plástico que se estiraban estuvieron mucho tiempo en tu cuello. Quizá demasiado, pero eran lo más sexy que podías ponerte en ese momento.