1. A aflojar la cédula... Si no la has renovado recientemente, tu cédula ha sido más manoseada que tubo de buseta, empeñándola hasta para las chelas.
Puebla es mucho más que un montón de iglesias, Cinco de Mayo y la franja. Los puestos de comida callejera están presentes en cada esquina de esta ciudad...
Resigné el sabroso aroma de las panaderías argentinas invadiéndolo todo. Y ya no puedo decir “que amase tu vieja”…
6. Contéstanos en Whatsapp con un OK. Mira, lo entenderíamos perfectamente si es que la compañía telefónica te cobrara por letra… ¡pero no es así!
Pides rebaja al comprar o -en su defecto- la encima… acudiendo a tu simpatía y a frases como “¿me regala esto, socio?” o “parcero, hágame el favor”.
El cine de acción en México ha dado sus buenas muestras: Lola La Trailera es como ponerle chile “del que sí pica” a Rápido y Furioso.
15. ¿Hemos hablado ya de la comida? En Roma la gastronomía se vuelve arte y va mucho más allá que una necesidad del organismo. ¡La comida es una religión!
1. Debes añadir a tu diccionario el verbo maderear. Y maderear al menos una vez por semana. 2. Empieza y termina todas tus frases con un "pues".