Su mamá es INTOCABLE. Es la mujer que lo ha consentido toda su vida. Deja pasar cualquier problema o te arriesgas a la guerra de Troya.
"5. Tomar un helado. En Argentina: un gran placer para el que tenías múltiples opciones y marcas. Fuera de Argentina: ni te esfuerces, no es lo mismo".
"6. Para entender que lo del “libertinaje” puede ser solo una apariencia."
Un amigo normal te llama en tu cumpleaños, cuando necesita algo, o cuando está aburrido y quiere ir de fiesta. Un amigo enamorado no te llama… nunca.
Búrlate de cualquier manual de “Cómo tener relaciones poliamorosas y no sucumbir en el intento”. Claro que es difícil. Más con el mito de la “media naranja”.
Hablás rosarigasino. Y entre los porteños y vos hay algo personal.
4. No preguntes por qué está la tele encendida pero sin sonido.
Tu abuelita dice “Viejas argüenderas”... Para referirse al grupo de amigas con las que echa el chisme. Obviamente, ella no entra en esa clasificación.
Aprenderás que Los Simpson es una institución argentina, y que suena mejor en castellano, principalmente por el tipo mexicano que hace la voz de Homero.
Chelear y caguamear son verbos bien integrados a tu vocabulario.
Para que te acabes la sopa: “Se me hace que a alguien no le van a traer nada los Santos Reyes.” Para que no te la acabes: “¡Tragas como pelón de hospicio!”
3. Te olvidas de tus sandalias para la ducha. Y de los auriculares. Y de la máscara para dormir. Y de traer suficiente ropa interior.