Los aragoneses no son amables ni simpáticos... Son majicos. Pero si se enfadan contigo, no te mandan a la m*: te mandan a escaparrar.
En el mundo mesoamericano, el tatuaje era un signo de importancia reservado para los nobles, los sacerdotes y los guerreros más valerosos.
Es dulce, inteligente, divertido… y cree que vivimos en un hembrismo en el que las mujeres denuncian que han sido violadas cuando un hombre les dice que ya no está interesado en ellas.
Las calaveritas no necesariamente son sobre personas fallecidas, sino sobre algunos vivos no deseados… es decir, ¡pueden ser una forma de protesta política!
“Tú crees que sabes más que pescado frito… pero te están soplando el bistek”. Ouch.
Me acostumbré a entrar sin zapatos a las casas. Y para no “mostrar la hilacha”, ¡ahora recuerdo los consejos de mamá sobre calcetines “sin papas”!
Que en la cena de Navidad te toque una hallaca inflada. O morder una guayaba y encontrar medio gusano…
Ya sabemos que el habanero pica... Pero no te vayas a poner a llorar, eh, ¡no seas chechón!
Aunque parezca que los cordobeses no tenemos límites, también nos gusta aprovechar el humor para dar sabios consejos, ¿no te parece?