“Le gustaban las partes crujientes, como las uñas, los dientes y el cráneo, aunque también consideraba una verdadera delicadeza comerse los ojos de sus víctimas”.
Lo haréis todo en bares.
Visitar Montevideo no solo significa ver paisajes coloridos y conocer buena gente... también implica mucho sabor (condensado en un sandwich de chivito, por ejemplo).
Tal era el poder de los purépecha, que incluso el imperio mexica renunció a conquistarlos. Esta es la historia de los antiguos habitantes de Michoacán.
Por suerte mi primera experiencia fue con expertos en el tema, quienes desde el primer día me enseñaron el arte de viajar de ‘aventón’.
Anímate a pasear sin rumbo por las hermosas calles de esta ciudad, y no olvides visitar Stortotget, su plaza más bonita.
“Praga. República Checa, reina de reinas”.
Olvidarás cómo se pone un abrigo, descubrirás que no eres tan buen bailarín, ¡y te obligarán a comerte un gallo o a subirte nuevamente a un bus escolar!
¡Son lugares increíbles a los que solo puedes llegar caminando!
Salvador Dalí dijo que nunca volvería a México porque no soportaba estar en un sitio más surrealista que sus pinturas. ¿Tendría razón?
"No hay nada mejor para viajar por el mundo que el ser un sinvergüenza. Dejar todos los recatos es la mejor forma de disfrutar al máximo tu viaje"