Los charros comemos “chochos típicos”... pero ¡no seas malpensado!
No importa si vienes del campo o de la ciudad: seguramente has ido al Cujizal a comer cepillados. Y sabes que uno solo nunca es suficiente…
Si vas a un mercado, te encontrarás con el diablo. Lo único que agradezco es que te avisan con el escalofriante grito: “¡Cuidado, que ahí va el diablo!”
En Dharma Momos, un pequeñísimo puesto en la Condesa, puedes disfrutar “momos” tibetanos para comer y “lassis” para beber.
"El aliento a ajo. Puede parecer un tanto desagradable, pero ese aliento que se te queda tras untar el pan el “allioli” y llenarlo de embutido es mágico, y lo sabes".
Era más grande que la Roma imperial.
Añoras el agachadito con cédula. Y puedes martillar, desarmar, destripar, y chupar cangrejo sin salpicar ni una gotita.
Son muchas las personas que van por ahí llenas de optimismo, inventando proyectos y haciéndolos posibles en esta capital que está llena de contrastes…
¿Quién necesita ir a Río cuando tienes el carnaval de Santa Cruz de Tenerife? ;)
"Sonreír orgulloso cada vez que ponen una peli de Antonio Banderas en la tele o el cine. ¡Mira, ese es paisano mío!"
Camina entre piñatas, frutas tropicales, flores frescas y ungüentos para curar todo tipo de males, y pasa el día más divertido de tu vida.
¡Nos aterra que den las cinco un domingo y no hayamos alcanzado a comprar unas chevas! Y también, tememos que se rompa el brazo de la hamaca =P