Te emocionan los teleféricos. Y ya te sabes el paseo a la Cascada de las Ánimas en el Cajón del Maipo de memoria… pero igual te sigue gustando ir.
Recorrer la Ciudad Universitaria y relajarse en el Parque de las Tejas...
“Aguantate un pelo que voy llegando”. O: “Pero si yo no soy exagerado… ¡Ya te lo he dicho un millón de veces!”
No tomarás su nombre en vano… y te referirás a ella como “mi niña”. Esto no sonará infantil, sino como una señal de decoro defeño.
Reírnos cuando los chilangos se quejan del calor... Y luego aguantar el mal rato cuando tú te mueres de frío y ellos como si nada.
"Da por hecho que somos fans de David Bisbal".
Respetarás el espacio íntimo con sus amigas. Posiblemente fue el “cónclave” el que autorizó la primera cita contigo, y sí, ellas lo sabrán TODO de ti.