"#3. A la informalidad en los eventos formales: ¿A quién le importa si a mitad de la boda ya no tienes zapatos o si tienes que desabotonar tu pantalón para que te entren más chilaquiles? "
Trasnochar. Considerados durante años los reyes de la fiesta nocturna con la Ruta del Bacalao, los valencianos somos los que menos dormimos del mundo, especialmente los fines de semana.
¿Cocinar con el calor propio del volcán en el Parque Natural El Timanfaya? Mmmm, no. Mejor te quedas en tu hospedaje "glamping" y pides servicio a la habitación.
Sudamérica tiene muchos pedacitos de paraíso que sirven como el marco perfecto para ese viaje romántico que estás planeando.
Haz una escapada al pueblo de Merzouga, en el Sáhara, para apreciar la vía láctea al caer la noche y un hermosísimo amanecer sobre las dunas.
Es posible que no hayas escuchado de estos lugares... pero te aseguro que una vez que los hayas visitado, no vas a dejar de recordarlos.
1. Es la única ciudad del mundo en la que sus habitantes le dieron nombre a las esquinas del casco histórico, basados en sus propias anécdotas y creencias.
Los días jueves son de plaza en el pueblo de Zaachila, en los Valles Centrales de Oaxaca.
Una madre normal te llama la atención si te portas mal. Una madre venezolana te mira con ojos “puyuos” y con eso basta para que te paralices.
El americano amaba la naturaleza y el baño diario. Para el europeo, los indoamericanos “se limpiaban demasiado”.
1. Que asumas que Yucatán es toda la península... ¡Yucatán es Yucatán!