Metes el queso dentro del chocolate, crees que el arroz es mejor con pega y comes dulces con nombres raros, como liberal, brazo de reina y gelatina de pata.
Si descubres que te mira en la calle pero se hace el que no te conoce, ve y salúdalo(a) muy efusivamente.
Tenemos a una almiranta en el siglo XVI, un matrimonio entre mujeres en 1901 y la primera camionera de España.
¡Te encantan los casados! No te parece raro mezclar gallo pinto con natilla, y prefieres el café chorreado al de “coffee maker”.
El almeriense no dice “a pesar de”. Dice conticoneso.
¿Tomar ayahuasca en la selva o pasarte 10 días meditando sin hablar con nadie? Si te atreves a estas experiencias, al regresar ¡compártelas con nosotros!
Chala, el protagonista, es un niño habanero de 11 años: su historia nos permite conocer el sistema educacional rígido y deshumanizado de Cuba.
No tienes idea de cuándo se están riendo de ti, ya sea con un chiste que no comprendes o con albur. Y también aprendes lo bueno que es reírse de uno mismo.
¿Irreverentes nosotros?