"Valió madre", "no tienes madre", "partirse la madre": nuestra obsesión semántica por la madre puede confundir al viajero casual. ¡Ni madres!
"Esta era la pobreza de Catalina y, sin embargo, su sonrisa y su actitud alegre nunca desaparecieron. Nos sentamos y platicamos".
Es muy difícil retratar la emoción con palabras. Las palabras sobran cuando los ojos de una abuela traducen 36 años de lucha.
Ubíquese al costado de la carretera. Extienda el brazo (y su correspondiente dedo pulgar). Solo recurra al engaño en casos de extrema urgencia.
En Alemania, los perros no ladran. Mucho menos se enredan a tus pies como para tumbarte. Tienen la formalidad y la compostura que a los cubanos nos falta.
A pesar de las dudas de los médicos, Fatma tomó una determinación y fue la de parir a ese niño vivo, sin importar lo que viniera después.
No son tímidos, ni tienen fobia social ni están enojados (¡no insistas!). A los introvertidos también les gusta viajar –a su manera-.
Usted, señor o señora trotamundos, donde sea que esté, ¿sufre del síndrome?
Para cuando te duele y quieres que te arda, nada como tequila, limón y Vicente Fernández directo en la herida con La Diferencia.
Mirar estas películas es dar un profundo sorbo de cultura española en clave de drama y de humor; eso sí, cuidado con atragantarse.
Tomaste la clase de español para sacarte un 10, pero tus traducciones del Chapulín Colorado no tenían efecto: “You weren’t counting with my cunning” ,