No son tímidos, ni tienen fobia social ni están enojados (¡no insistas!). A los introvertidos también les gusta viajar –a su manera-.
Usted, señor o señora trotamundos, donde sea que esté, ¿sufre del síndrome?
Tomaste la clase de español para sacarte un 10, pero tus traducciones del Chapulín Colorado no tenían efecto: “You weren’t counting with my cunning” ,
Ninguno de los dos se imaginó que esa noche yo dormiría en un departamento de Manhattan y ella en una celda del aeropuerto de Fort Lauderdale.
El amor puede estar en cualquier parte.
Después de pasar cinco meses en Asia, Andre Bilder descubre que viajar puede ser una forma de terapia: psicoanálisis "on the road".
Carolina Lozada busca una taza de buen café en Santiago de Chile, y la encuentra siguiendo las únicas piernas desnudas que se distinguen en la fría mañana.
Una argentina que vive en Dallas comparte su experiencia como inmigrante en una ciudad con "una identidad propia muy compleja y que para entenderla hay que pelar sus capas una a una."
Victoria Garino se adentra en la vida de los campesinos y aborígenes del Chaco Salteño, una vida dura "porque es dura la tierra".
"Los jóvenes, sin embargo, tenemos otro objetivo, y podemos reconocernos mutuamente por las gruesas colchonetas de búlder."
"Para los locales, Yanesen mantiene viva la esencia de “Shitamachi” (literalmente “ciudad baja”), una zona cercana al mar originalmente poblada por mercaderes y artesanos en la época de Edo."