1. Empezamos el día como se debe
Para argumentar que la cocina mexicana es la mejor debemos empezar por la comida más importante del día. Los mexicanos nos tomamos el desayuno muy a pecho y mientras en mucho otros países la arman con un café y una dona, en México tenemos algunos de nuestros platillos más icónicos asociados con la comida matutina. Huevos rancheros, en salsa o a la mexicana, chilaquiles, pancita, consomé, birria, tacos de barbacoa, sopes, tamales, molletes… la lista sigue y está llena de especialidades locales y opciones para todos los gustos y todos los bolsillos. Claro que la vida moderna —especialmente en las ciudades— nos ha ido obligando a dedicarle menos tiempo al desayuno y a andar con prisas desde temprano, pero hasta para eso hay remedio: una torta de tamal verde y un atole de canela para llevar, ¡por favor!