El norteño no es creído... es paletoso o cremoso. Tampoco es exagerado… es cremoso o paletoso.
Poder desayunar al sol y unos 20 grados en pleno diciembre no se puede pagar con nada.
Alguna vez lo agarraste con las manos en la masa (literalmente). Y otras, subido a un árbol de mango... lo cual te da tanto miedo como orgullo.
¿Compartimos una cemita? No puedo acabarme una yo solito.
Provocará un conato de incendio en tu casa mientras recita versos satánicos.
Cuando un amigo normal escucha un petardeo, mira alrededor para comprobar de dónde viene. El amigo valenciano seguramente sea el que ha provocado ese sonido lanzando algún petardo.
La capacidad que tenemos los argentinos para exagerar cualquier cuestión es directamente proporcional al tamaño de nuestro ego.
Empecé a considerar que el automóvil no es sólo para transportarse… Y ya no estoy tan segura sobre la obligación de usar zapatos en los espacios públicos.