Nacido en la ciudad de México, un día se encontró con la cámara que le obsequió su papá. Desde entonces, aprendió -no con mucho esfuerzo- a vagar, para descubrir mil y una maravillas que ofrece México y, en especial, la ciudad de Puebla, una de las diez ciudades declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO. Vago por vocación y mirón por deformación, se divierte además con la ironía y el sarcasmo que hay en cada recoveco del centro de la ciudad.